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Estimados colegas y amigos, este es el Blog creado por la Coordinación de Educación Física del CEIP-Paysandú, para que todos podamos compartir experiencias, noticias y proyectos. Esperamos su participación. Gracias


martes, 26 de abril de 2011

Introducción de las XO en el aula y su impacto en el rol docente




Gentileza ANEP. UruguayMtra. Lic. Gabriela Baratta

Hoy entré como todos los días y cuando fui a contarles lo que íbamos a hacer nadie me miraba, todos estaban con la computadora. Me pedían ayuda técnica pero en ningún momento escuché: ¿maestra, podemos abrir las máquinas?
A través del análisis de las conversaciones entre maestros en los recreos de una escuela durante el primer mes de implantación del Plan Ceibal este ensayo se propone observar qué aspectos del rol docente se vieron movilizados, a la luz de los aportes de autores que han investigando procesos similares en otros países.
Introducción
El Plan Ceibal tiene como uno de sus objetivos el uso innovador de las computadoras integrado a la cotidianeidad del aula. Plantea que el «uso con sentido de las tecnologías» permitirá diferentes formas de aprender y señala al maestro como pieza fundamental en la tarea de dar intencionalidad pedagógica al uso de las computadoras.

La introducción de las computadoras en el aula ha tenido un impacto inmediato en la tarea de los maestros. ¿Implica una redefinición del rol docente? A través del análisis de las conversaciones entre maestros en los recreos de una escueladurante el primer mes de implantación del Plan Ceibal este ensayo se propone observar qué aspectos del rol docente se vieron movilizados, a la luz de los aportes de autores que han investigado procesos similares en otros países.

Desarrollo
¿Transmisores o facilitadores?
«Dicen que con las computadoras el rol del docente debe dejar de ser el de transmisor para ser un facilitador. Yo creo que los que dicen eso hace mucho tiempo que no entran en una escuela, los maestros ya no somos como creen, ya no existe eso de dar la clase magistral, asumimos el rol de facilitadores hace rato» (maestra de cuarto año). Los maestros que no nos  consideramos tradicionales pensábamos antes de la introducción de las computadoras en las aulas que estas no iban a cambiar nuestra práctica, que las íbamos a incorporar como herramientas útiles a nuestros fines, con facilidad y sin cuestionamientos.

Sin embargo, desde el primer día en que las computadoras estuvieron en la clase, un conjunto de prácticas establecidas por el uso, rutinas instaladas y hábitos naturalizados comenzaron a verse inadecuados. La reflexión conjunta, acotada a 15 minutos de recreo diario, nos ayudó a comenzar a comprender la razón de esos cambios y de los 
que vendrían.

El contrato didáctico
«Hoy entré como todos los días y cuando fui a contarles lo que íbamos a hacer nadie me miraba, todos estaban con la computadora. Me pedían ayuda técnica pero en ningún momento escuché: ¿maestra, podemos abrir las máquinas? »(maestra de tercer año).Uno de los aspectos que está instaurado en el contrato didáctico escolar es el hecho de que es el maestro quien comienza el encuentro del día indicando la actividad a realizar. En el caso que la maestra relata, los niños han cambiado las reglas del juego: cuando la maestra llega, la actividad ya ha comenzado y solo se le requiere para asesoramiento técnico. Hasta ese día el contrato didáctico ponía al docente como responsable de definir el tipo de actividad, la forma y el momento de iniciarla, desarrollarla y terminarla.

Esta forma de dirigir la actividad estaba naturalizada y no era cuestionada por los niños, ni por el docente. Pero encierra algunas explicaciones más complejas que una simple costumbre o rutina: en primer lugar, nos indica que los niños no saben qué van a hacer cada día en la escuela. Las propuestas son planteadas de manera unilateral, por lo que se enlentece o impide el desarrollo de actitudes de autonomía y habilidades de autogestión. También se aleja al  niño de lo que realmente le interesa y tiene sentido. Esta anécdota permite mirar las rutinas instaladas en el contrato didáctico y cuestionarlas evaluando su vigencia, sus razones y su necesaria evolución. También fue posible atisbar un aspecto de la computadora que es el de adecuarse a los intereses de cada usuario que busca en ella lo que desea encontrar.

martes, 12 de abril de 2011

Mirad a los gansos



Gentileza Prof. Gerardo Henig. Uruguay
Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante
La próxima temporada, cuando veas los gansos emigrar dirigiéndose hacia un lugar más cálido para pasar el invierno, fíjate que vuelan en forma de V.
Tal vez, te interese saber el por qué lo hacen en esa forma, lo hacen porque al latir sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada de gansos, aumenta por los menos un 71% más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela sólo.

Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente porque, apoyándonos mutuamente, los logros son mejores.

Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante.

Si nos unimos y nos mantenemos junto a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y más placentero alcanzar las metas.

Cuando el líder ganso se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar. Los hombres obtenemos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento, compartiendo los problemas y los trabajos más difíciles.

Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo.

Si nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos, si hacemos realidad el espíritu de equipo, si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones, si entendemos el verdadero valor de la amistad, si somos conscientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple y el vuelo de los años será más placentero.

El equipo de basquetbol de liceo 5, somos un equipo que juntos va en una misma dirección, se trata también de desarrollar nuestras potencialidades y de apoyarnos en nuestras debilidades, formando un todo compacto hacia un mismo objetivo.

No se trata de ganar, ni del resultado, sino de cómo lo hicimos. Muchas veces se pierde y se juega bien y muchas veces se gana y se juega menos de lo que podemos.

No se trata de alegrarse por ganar a un rival de menos potencial ni entristecerse por perder con un mejor rival, se trata de la conciencia intima individual y grupal , de que estamos dando lo mejor de cada uno, dentro de las particularidades del grupo. esforzándonos, ayudando y cooperando.

Profes Chelo Y Silvia

viernes, 8 de abril de 2011

El legado de una maestra rural.

Fuente. El Telegrafo
La noticia de que había llegado el momento de jubilarse fue realmente inesperada, ya que su trabajo como docente se caracterizó por el compromiso, la actitud y la dedicación. Susana Bodeant seguramente será recordada por la comunidad de Chapicuy como una maestra que entregó lo mejor de sí para cumplir con su rol de educadora en la Escuela 86 de Meseta de Artigas, donde, durante 25 años, supo transmitir valores tanto a los alumnos como a sus familias. Esta maestra dispuesta a trabajar en vacaciones y a recaudar fondos que garantizaran el funcionamiento de la institución, supo organizar, en Semana Santa, varias travesías en la embarcación “Sacra”, acompañando a la tradicional regata “Meseta de Artigas”, en el marco de una actividad en beneficio de la escuela posibilitada por el Yacht Club Paysandú.
Según comenta, su mayor satisfacción siempre fue apreciar la sonrisa de los niños que pasaron por su clase, a quienes intentó transmitir, además de conocimientos, contención y límites. Otro recuerdo grato son los aniversarios de la escuela o los encuentros interescolares, donde llegó a improvisar obras de teatro, generando aplausos en el público. Recuerda que esas puestas en escena se caracterizaban por la velocidad con que los niños debían cambiar su vestuario, ya que muchas veces el libreto exigía convertir un indígena en un gaucho. En las fiestas de fin de año, emocionaba ver cómo los niños, soportando el intenso calor de diciembre, participaban en la celebración vistiendo ponchos de lana, bombachas, botas de caña larga y sombrero de paño.
Querida por todos, respetada y reconocida por sus colegas, Susana Bodeant cumplió cabalmente con su trabajo hasta que recibió la noticia de que debía ampararse a los beneficios jubilatorios. No hubo tiempo de despedidas, ya que la notificación llegó cuando aún no habían terminado las vacaciones de verano. Cabe destacar el trabajo de esta maestra, quien eligió vivir y enseñar lejos de la ciudad, donde aún prevalecen valores casi perdidos. Hubiese participado orgullosa en la inauguración del nuevo local escolar, pero no pudo ser. Solo quedaron los recuerdos de la vieja escuela y el relato de otra maestra que abrió las puertas de una escuela rural para que los lectores conociesen más de un Paysandú poco conocido y de la realidad de la enseñanza en el interior profundo de nuestro país.

Golosinas, imposible prohibirlas, mejor dosificarlas

Analía Martín
Lic. Nutrición
www.alimenta.com.uy

"Por favor no le den caramelos", "preferimos que tome agua y no bebidas y, que no consuma caramelos antes de una comida". Para ciertos papás, esas frases les son cotidianas. Es que son muchos los que se interesan en que sus hijos reciban una correcta educación de hábitos alimentarios. Y -por eso- deben repetir a diario que no quieren que sus hijos consuman golosinas, snacks o bebidas azucaradas. Por otro lado, también es común ver niños de un año, incluso menos, con mamaderas llenas de bebidas con azúcar, o comiendo papitas chips u otras golosinas: un sinfín de alimentos de pequeños tamaños y colores, elaborados industrialmente a base de azúcar, aditivos, saborizantes y colorantes y que tienen a los niños como sus principales destinatarios.


Impacto en la salud

Las golosinas comparadas con una comida habitual tienen incrementada su densidad energética, en especial la proveniente de las grasas y los hidratos de carbono y, a su vez, son deficientes en otros nutrientes.

Por tal motivo es que el abuso de estos productos trae consecuencias desfavorables como:

Caries: ya que contienen en su mayoría azúcares refinados que favorecen el desarrollo de los microorganismos que atacan la placa dentaria.

Inapetencia: la falta de apetito cuando llega el momento real de la comida es habitual cuando el niño los consume a voluntad, sin control de un adulto.

Alergia: favorecer reacciones alérgicas y/o erupciones en la piel en niños pequeños o más susceptibles debido a que contienen aditivos que dan color, sabor y aroma.

Sobrepeso: como, en general, son productos con demasiadas calorías y además si se consumen sobre una cantidad de calorías diarias ya suficientes, pueden producir aumento excesivo de peso. La combinación de su consumo con la falta de ejercicio físico, puede ser aún peor. Debe evitarse el hábito de ver la tele comiendo simultáneamente algún tipo de golosina o snack.

Atragantamientos: los caramelos duros y de superficie resbaladiza son riesgosos porque pueden alojarse en la garganta y producir un atragantamiento. La comida es un acto que requiere atención y evitar distracciones. Los niños no deben correr, lloren o hablar con comida en la boca.

Industria vs. necesidades

En el consumo de golosinas infantil se da una fuerte tensión entre la industria que las produce y las necesidades nutricionales del niño. Colores, sabores, formas, envoltorios y personajes diferentes son herramientas de la industria para aumentar sus ventas y ganancias.
El poco tiempo de los padres, a lo que se suma la necesidad de delegar tareas en la educación de los hijos hace muchas veces que la educación alimentaria no sea la adecuada. Debemos conversar claramente con la persona a la que deleguemos el cuidado de nuestros hijos sobre la importancia de los hábitos alimentarios que queremos fomentar en ellos.
En vez de darle al niño alimentos que contienen pocos nutrientes, mucha azúcar o sal, debemos ofrecerle opciones más saludables: una fruta, que contiene azúcares naturales, además de fibra y vitaminas; nutrientes que los niños necesitan.

Se deben evitar las gaseosas y otras bebidas azucaradas. El consumo de los mismos no sólo causa la erosión del esmalte de los dientes debido a la acidez sino caries debido al alto contenido de azúcar.

Un vaso de bebida de 350 CC contiene el equivalente a 10 cucharaditas de azúcar y 150 calorías. En algunos países ya se ha demostrado que su consumo está asociado con el aumento de la obesidad infantil y también se comprobó déficit de calcio al sustituirse la leche por dichas bebidas.

Entonces: elegí lo que le das a tu hijo. A medida que crezca tendrá tiempo de seleccionar o elegir qué es mejor para él; pero hoy somos los padres, abuelos, familiares y personas a su cargo quienes debemos educar sobre la mejor manera de alimentarlo.

Es importante que las estrategias preventivas para atacar estos problemas comiencen en los primeros años de vida, pero aún hace falta conciencia de todos para no ofrecer estos alimentos a niños de edades muy tempranas; ya que si es así estaremos brindando mensajes contradictorios. Hoy se las ofrecemos (con el mensaje de "un día no le va a hacer nada") y mañana trataremos de quitárselas.
Prevengamos un problema de futuro, educar es la clave.

¿Prohibirlas?

A las golosinas no hay que prohibirlas. Pero sí ser estrictos a la hora de consentirlos con ellas. Se puede pactar un número de golosinas máximo a la semana y tratar de que el niño comprenda que son para momentos justificados (cumpleaños, fiestas, fines de semana). Cuando las consuman, debemos evitar el "picoteo continuo", es mejor agruparlas y permitirlas como postre de una de las comidas principales. Y nunca olvidar un buen cepillado de dientes para después.

Si el niño es menor de dos años, no es recomendable que consuman este tipo de alimentos, sobretodo si contienen chocolate. Entonces, es imprescindible una educación que enseñe a los niños a comer más frutas, verduras, cereales y lácteos; alimentos que les aporten los nutrientes adecuados para un crecimiento ideal.