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Estimados colegas y amigos, este es el Blog creado por la Coordinación de Educación Física del CEIP-Paysandú, para que todos podamos compartir experiencias, noticias y proyectos. Esperamos su participación. Gracias


viernes, 12 de agosto de 2011

LAS SECUELAS DEL FÚTBOL SE PAGAN ANTICIPADAS.


Dr.Norberto Debbag
Deportólogo Cardiólogo (UBA)

 
Hoy en distintos medios de comunicación aparece el nombre de Gabriel Batistuta, refieriendo las dificultades para deambular que presenta éste gran ex jugador de fútbol y excelente ser humano, sabiendo que no es propio del "BATI" , sino que la mayoría de los deportistas de alta competencia las lesiones que se producen durante su carrera, dejan alguna secuela que anticipadamente produce dificultades e incapacidades.

El deporte es saludable, pero cuando se trata de Alta Competencia ó de Elite no siempre es sinónimo de salud.Nuestro cuerpo está formado de manera tal  que si los deportistas pasan los límites de las exigencias físicas, en especial las articulaciones  que son la que más lo sufren (tobillo, rodillas, codos, hombros, etc.)  y que no están preparas para el impacto repetitivo, el choque, los micro y macrotraumatismos, lo pagarán con secuelas posteriores.
En el fútbol como en otros deportes similares está presente  la Osteocondritis y la Artrosis Anticipada de las articulaciones, los fantasmas al abandonar el deporte, que podrían ser el motivo actual de Batistuta, como de otros tantos "Bati". 
En Argentina como en otras partes del mundo, el tema de la osteocondritis en especial en el fútbol, es un tema preocupante y leemos a diario que jugadores de nuestro país, juegan uno ó dos partidos y tienen que parar, observando que no hay una continuidad debido a la incapacidad funcional que produce está patología.
El tratamiento habitual es el conservador y en otros el quirúrgico.

La osteocondritis es una patología articular en especial donde se acentúa la carga, como rodilla, tobillo, que consiste en una separación de un segmento del cartílago y el hueso subcondral (desgaste ó ruptura). No es un enfermedad inflamatoria.

Hay varias teorías en referencia a las causas que la generan, como la herencia, los traumatismos repetidos, vascular, etc.
La teoría vascular sostiene que habría una disminución del aporte sanguíneo al hueso subcondral del cóndilo femoral (rodilla) subyacente a la inserción del ligamento cruzado posterior, sitió más frecuente, lo que provocaría una isquemia y la aparición de la lesión osteocondral, ésta sería la causa más común.

Los traumatismos es otra de las teorías a tener en cuenta, en especial microtraumas repetidos (fútbol, rugby, deportes de alto impacto, etc.) produciría una lesión osteocondral crónica en el cartílago articular y el hueso subcondral.

Las manifestaciones clínicas están dadas por el dolor, ésta suele ser la manera de debutar en la cara anterior de la rodilla, sin antecedentes de traumatismo, puede haber, bloqueo, inflamación, sensación de inestabilidad, etc.
El dolor más la incapacidad funcional se incrementa con la actividad física y en la marcha.

El diagnóstico se realiza fundamentalmente con la resonancia magnética nuclear.

Tratamiento : El objetivo es conservar el cartílago.

Hay un tratamiento conservador, que consta de reposo articular, suspención de actividad física, antiinflamatorios-analgésicos, etc.
La otra opción es el tratamiento quirúrgico, que puede ser con perforaciones en la zona afectada para estimular la cicatrización, la mosaicoplastía que consiste en implantar cartílago, injertos o trasplante de células.
Ozonoterapia local.

ARTROSIS ANTICIPADA EN DEPORTISTAS

Hace unos años la artrosis era patrimonio de la tercera edad, considerada una enfermedad crónica, producida por deterioro del cartílago articular siendo un fenómeno degenerativo que tiene algunos factores que la predisponen, como el tipo de trabajo que realizaron, esfuerzos con sobrecargas, etc.
 
Hoy en día se observa esta enfermedad alrededor de los 40 años ya no dependiendo de la edad ni del deterioro biológico, sino que aparecen nueva causas que aceleran el proceso como es la mala o incorrecta práctica del deporteel abuso, el sobre esfuerzo al que se someten algunas articulaciones, ya sea una práctica con intensidad más allá de lo recomendado o con sobrecargas
La artrosis es una enfermedad crónica, dura años y empeora con los años, si no se trata.
 
Características y síntomas
 
Dolor, limitación de los movimientos, rigidez, deformidades. Con el tiempo limita la vida cotidiana, llegando a ser incapacitante.
Es más frecuente en rodillas, caderas, debido al sobrepeso que deben soportar.
Los deportes en los que más se ve esta patología son: fútbol, rugby, tenis, vóley, salto, etc., en especial los deportes de elite, aunque aquellos que hacen deporte recreativo suelen pasar por abuso y posterior artrosis.
 
Factores que influyen
 
1) Mecánicos, como tener una pierna más corta, realizar mal los gestos deportivos, mala postura, deformidades de los miembros, etc., son factores que alteran la biomecánica.
2) Intensidad, en deportistas de elite o recreativos con alta exigencia, durante varios años.
3) Deportivos, según el deporte que practiquen, pueden tener afectada una o más articulaciones.
 
Tratamiento
 
No es curativo, sino paleativo. Lo más importante es sacar el dolor y así puede mejorar su calidad de vida y ser útil en su actividad.
 
·         Antiinflamatorios, son efectivos pero con un efecto pasajero y con varios efectos colaterales.
·         Medicamentos estimuladores del cartílago. Mejorando el dolor y la funcionalidad (Condroitinsulfato, Glucosamina).
·         Fisiokinesioterapia y ejercicios (natación, caminatas).
·         Ozonoterapia. (Ampliaremos)
·         Tratamiento Quirúrgico.
 
DIFUNDIR ES PREVENIR
 
 
Dr. Norberto Debbag
Deportólogo Cardiologo (UBA)
Club A. Atlanta

miércoles, 3 de agosto de 2011

El cuerpo y el movimiento en la Escuela

Gentileza Fundación Aprender
Tradicionalmente, la escuela se ha interesado por el conocimiento del cuerpo humano. Así, ha incluido el estudio de su estructura y su funcionamiento, de sus sistemas, sus órganos, sus músculos y huesos, sus articulaciones; es decir, de la anatomía y la fisiología del cuerpo. Pero se ha ocupado menos del cuerpo concreto y vivo, del cuerpo de cada uno, del cuerpo propio.
No basta con conocer el cuerpo humano en un sentido genérico, ni lo que en él hay de común a todos. Es preciso conocer el propio cuerpo para humanizarlo: saber qué siente, qué le hace bien y mal, qué sucede con él cuando jugamos y cuando trabajamos, cómo reacciona, cómo se manifiesta, cómo es la relación que establecemos con él y con los otros a través de él. Conocer el cuerpo de este modo es, sin dudas, saber más de nosotros mismos. Del mismo modo, es necesario saber cómo usarlo con economía, cómo ahorrar energía en sus movimientos, cómo disponerlo para pararse, caminar, subir escaleras, sentarse a leer, escribir, atender al pizarrón o participar en una reunión, cómo prepararlo para una actividad intensa y cómo recuperarlo después de ella.¿Cómo puede la escuela ocuparse del propio cuerpo?
La Educación Física es el área del currículum escolar que se ocupa de este conocimiento del cuerpo como constituyente de la subjetividad de cada uno y no como objeto de estudio. Pero los maestros y los docentes de otras áreas pueden contribuir en mucho a completar ese conocimiento y mejorar la relación de los alumnos con sus cuerpos.
Toda vez que los estudiantes dibujan, escriben, interactúan con sus compañeros o atienden al maestro, sus producciones y sus rendimientos están influenciados por sus movimientos, y éstos están íntimamente vinculados con su cuerpo y con la postura que él adopta. La postura no debe entenderse como una convención estricta e inapelable, que norma el modo de sentarse bien o de caminar o de pararse, sino como una forma de la relación particular de cada sujeto con su cuerpo en cada situación.
Una buena postura facilita la acción cuando adecua el cuerpo a las necesidades de esa acción, cualquiera sea, distribuyendo las tensiones allí donde son efectivamente necesarias. En todas las clases, y también en los recreos y actividades especiales, hay ocasión de aprender que hay posturas y formas de moverse que hacen más fáciles y placenteras las tareas, y que no se trata de ajustarse a posturas o movimientos uniformes y estereotipados, sino de encontrar aquellas que, siendo tan propias como el propio cuerpo, permitan realizarlas con menos esfuerzo y más comodidad.
Estos ajustes de la relación entre la postura, el movimiento y la acción se trabajan normalmente en las clases de educación física. Cada acción -lanzar, correr, saltar, patear, etc.- requiere de una postura que la haga más efectiva y placentera, más precisa y económica, más segura y saludable, porque los movimientos que parten de una mala postura resultan incorrectos, requieren mayor gasto de energía o traen consecuencias indeseables para la salud.
Al principio, estos ajustes demandan una atención especial sobre el cuerpo y sobre el movimiento que sostiene la acción: dónde aplicar la mayor fuerza, qué músculos deben entrar en acción, cuáles deben relajarse, de qué manera ubicar el cuerpo en relación con el objeto que se quiere manipular, qué posición es la más cómoda, cómo ejecutar el movimiento con menor gasto de energía, etc. Pero en la medida en que el conocimiento del propio cuerpo permite su progresiva apropiación, la atención podrá liberarse y localizarse en la tarea.
Un esfuerzo coordinado, en las clases de educación física no basta con enseñar la mecánica de los distintos movimientos gimnásticos o deportivos, sino que es preciso que los alumnos aprendan a realizarlos con economía, fluidez y precisión. A su vez, en las aulas también puede enseñarse a adecuar las posturas y movimientos a los requerimientos de las distintas actividades. No puede esperarse que los alumnos realicen automáticamente la transferencia de unas situaciones a otras porque cada situación plantea problemas particulares y requiere ajustes particulares. Así como los alumnos aprenden a ajustar sus posturas y movimientos a las situaciones de los juegos y deportes, también pueden aprender a hacerlo para leer, escribir o atender.
Cuando los niños comienzan a jugar al básquet, arrojar la pelota les requiere toda su atención y sus movimientos son rígidos, pero cuando logran independizar el movimiento y realizarlo con soltura pueden atender a las situaciones que el juego les plantea. De igual modo, si aprenden a independizar su muñeca y a sostener una postura adecuada para escribir, gradualmente podrán concentrar su atención en la tarea, se cansarán menos y se concentrarán más.
Contrariamente a lo que suele suponerse, las posturas y los movimientos, incluso los más primitivos, no implican su ajuste natural. Los seres humanos estamos genéticamente dotados para erguirnos, caminar, correr, saltar, etc., pero ello no significa que lo hagamos naturalmente bien, ni que el perfeccionamiento de estas habilidades pueda librarse al desarrollo o al talento natural. También estamos genéticamente dotados para hablar, escribir y calcular y, sin embargo, es preciso que aprendamos a hacerlo.
Si yo conozco mi propio cuerpo y su funcionamiento, puedo enfocar en él mi atención y de este modo ser más reflexivo acerca de cómo lo utilizo, logrando así que mis movimientos sean más económicos y seguros, más armoniosos y efectivos. De este modo, sea que haga gimnasia o que atienda a la resolución de una ecuación, puedo contar con mi cuerpo como un aliado y no como un estorbo.
Así como el profesor de educación física debe ocuparse del conocimiento del propio cuerpo y el propio movimiento en los momentos en que los alumnos juegan o practican deportes o gimnasia, los maestros generales y los docentes de otras áreas, coordinando su trabajo con él, pueden colaborar observando el comportamiento corporal de los alumnos en las aulas y conduciendo su atención sobre las mejores maneras de utilizar su cuerpo en las distintas actividades.
Esto no significa juzgar sus comportamientos corporales. No se trata de observarlos para dictaminar si se comportan bien o mal, si son torpes o no, o para prescribir una única forma de pararse o de sentarse a leer o a escribir. Se trata de orientar su atención hacia su propio cuerpo y movimiento para proponer el análisis y la reflexión sobre las formas de ajustar sus posturas y movimientos a los requerimientos de las situaciones, sobre la relación de estos ajustes con los resultados que esperan de sus acciones, sobre la economía del movimiento corporal. Se trata de que cada uno establezca una relación inteligente con su propio cuerpo y no de imponer una norma genérica a la que ajustar el comportamiento corporal de todos.
El maestro de un área que no sea Educación Física puede incorporar de un modo natural temas relacionados con el propio cuerpo, y aprovechar el desarrollo de la clase para encauzar la atención de los alumnos a sus movimientos y posturas. Plantear , por ejemplo, la inquietud acerca de cuál es la postura más cómoda para dibujar, escribir, leer, atender, etc. Inclusive, es posible integrar alguna actividad donde el alumno se pueda mover, donde pueda reflexionar sobre su "hacer", donde pueda preparar su cuerpo para una determinada tarea, y lograr de ese modo un mejor rendimiento, una mayor atención y un mejor aprovechamiento del tiempo.
Normalmente no pensamos en nuestro cuerpo cuando realizamos tareas que requieren de toda nuestra atención, pero los buenos automatismos, los que dan plasticidad y armonía a nuestros movimientos, los que se ajustan a nuestras acciones en lugar de entorpecerlas, requieren de un aprendizaje del cuerpo en las más diversas situaciones y en relación con las más variadas actividades. Los especialistas en educación física saben cómo enseñar a percibir el cuerpo, a orientarlo en el espacio, a distribuir sus tensiones, a desplazar su peso, a repartir sus apoyos, a regular su respiración. Con su ayuda, los maestros y docentes de otras áreas pueden extender el espacio de reflexión sobre el propio cuerpo y el propio movimiento a las actividades escolares que no son eminentemente corporales, pero en las cuales -siempre- el cuerpo está presente.